Recientemente, concretamente el pasado jueves 7 de diciembre, Genís Roca publicó un interesante artículo en La Vanguardia con el sugerente título de “No hay que digitalizar, hay que espabilar” [1].
Como viene siendo habitual en él, en este artículo Roca explica hechos con una inusitada y provocadora claridad; os copio aquí unos fragmentos del mencionado artículo:
«Animar a todas las empresas a digitalizarse es como animar a toda la población a medicarse sin saber bien de qué mal adolece»
«En las empresas no se habla de digitalizar sino de reducir costes, aumentar ventas, mejorar el margen, reducir el impacto ecológico o incorporar talento»
«Cuando hablamos de digitalización en verdad estamos hablando de actualizarnos, de revisar lo que hacemos y ponernos al día, con o sin tecnología. De espabilar»
Este artículo me ha hecho reflexionar sobre los servicios que ofrecemos en DesideDatum [2].
Muchos de nuestros servicios tampoco son -o no deberían ser- los objetivos últimos, nosotros aportamos los medios para alcanzar -y de forma eficiente- las verdaderas metas concretas que se han propuesto alcanzar nuestros clientes.
En este sentido, cuando nosotros ofrecemos todos los servicios posibles relacionados con la apertura y compartición de datos, siempre empezamos los proyectos preguntando a nuestros clientes cuál es el objetivo final que está persiguiendo. No se trata simplemente de abrir/compartir datos por abrir/compartir. Preguntamos si el objeto principal es mejorar la transparencia de la institución; o quizás el propósito es reactivar la economía al abrir para toda la sociedad el valor que aportan los datos; o también es posible que el objetivo sea la regulación y reordenación interna de este importante activo -los datos- como paso imprescindible antes de abrir o compartir los datos; etc.
De hecho, esta «reordenación interna» es lo que mayoritariamente se conoce como gobierno y gestión de los datos, el otro principal ámbito en el que DesideDatum ofrece un gran abanico de servicios.
Aquí, una vez más, no estamos hablando de gestionar bien los datos o de, incluso, llegar a gobernarlos adecuadamente por el simple hecho de hacerlo, sino que lo que ofrecemos a nuestros clientes es alcanzar los objetivos mediante el gobierno y la gestión de sus datos.
Objetivos como ser más eficientes; aumentar el impacto -positivo- derivado de las acciones que realiza el cliente, mejorar la comunicación con otras organizaciones o dar un salto cualitativo -incluso disruptivo- en los servicios que realizan nuestros clientes son hitos en los que saber gobernar y gestionar adecuadamente los datos es la piedra angular de todo el entramado; sin realizar este paso difícilmente se podrán alcanzar los objetivos anteriormente citados. En pleno siglo XXI estos retos son imposibles de encarar con garantías de éxito sin implementar las buenas prácticas relacionadas con el gobierno y las gestión de los datos en las organizaciones.
En definitiva, en la era de la inteligencia artificial, abrir, compartir, gestionar y gobernar los datos de las organizaciones son condiciones sine qua non para poder triunfar en los complejos retos que las organizaciones se platean; no son los objetivos finales, pero sí son necesarias para alcanzar las metas propuestas.
Enlaces:
[1] https://www.lavanguardia.com/opinion/20231207/9431522/hay-digitalizar-hay-espabilar.html